Este artículo molestará a muchos. Algunos me odiarán. Me dirán especista. Otros dirán que estoy a favor de la cacería de perros. Pero no busco ser popular ni que me quieran, busco dar una mirada más sobre un problema real.
No estoy en contra de la cacería o la pesca. Son actividades que han acompañado al ser humano desde sus inicios, y en lo personal prefiero alguien caza su alimento que alguien que compra el bistec ya listo en la carnicería de la esquina. Pero soy vegetariano (o ictio-vegetariano pues como pescados y mariscos, además de vegetales).
Se aprobó recién una ley que permite la caza de perros asilvestrados. Osea aquellos perros que han perdido su carácter de domésticos y se han vuelto salvajes, ferales, y ya no dependen del humano para sobrevivir, sino que cazan su propia comida e incluso cazan en jaurías como sus antepasados. Esta ley permite cazar a perros que se encuentren en zonas rurales a más de 400 mts de un poblado (o de una casa) y que estén en jaurías. Podrán disparar contra ellos sus escopetas cualquier persona que tenga los permisos legales de caza, e incluso se puede pensar en crear un coto de caza de perros asilvestrados.
Buena o mala, parece ser una solución a un problema que se arrastra por años, que es grave, va en escalada y que nadie logra parar.
AFECTACIÓN A ACTIVIDADES ECONÓMICAS
Los perros asilvestrados cazan para comer y por ende, ven en el ganado domestico una excelente fuente de alimentación. Así entonces es frecuente que ataquen ovejas, gallinas, pavos, ganzos, e incluso animales mayores como caballos y vacas. En particular cuando estos se encuentran cerca del parto o bien sus crías ya nacieron, y por lo tanto son mas vulnerables.
No hablamos de perros cualquiera, sino que hablamos de perros que la selección natural les permitió sobrevivir en un ambiente hostil, que se organizan de forma jerárquica para cazar y son muy eficientes en ello.
Los criadores han buscado muchas formas de evitar la muerte de su ganado. Establos cerrados, cercos altos, perros guardianes, y una sin fin de alternativas. Pero aun así el daño económico y moral es alto.
Entonces su angustia, rabia, irá contra estos perros es absolutamente comprensible, pues su esfuerzo, su fuente laboral, su patrimonio se ve dañado. Imagino que la sensación a de ser la misma que la que siente un comerciante que es asaltado, y en cosa de segundos le quitan meses de esfuerzo a punta de pistola.
AFECTACIÓN A LA FAUNA SILVESTRE
Los perros asilvestrados transmiten enfermedades a algunos animales que son protegidos, como algunas especies de zorros. Hace unos años un foco de distemper afectó a los zorros del Parque Nacional Fray Jorge, y se cree que fue contagiado por perros. Murieron muchos zorros.
Los perros asilvestrados no respetan parques, zonas protegidas ni menos especies en peligro de extinción. Sino pueden preguntarle al Gaviotín Chico (Sternula lorata), especie en serio peligro de extinción que anida en el suelo, y cuyos huevos y polluelos son alimento para perros abandonados (y también aplastados por cuadrimotos). Si lo pueden atrapar lo comen, y se pueden comer así cualquier especie de fauna silvestre que se cruce en su camino. Y lo hacen. Y si no se la comen, la desplazan de su hábitat.
El daño que están causando los perros asilvestrados a la fauna silvestre es gigantesco, y solo superado por el daño que provoca el ser humano.
LA CAZA COMO ÚLTIMO RECURSO
Cuando nada funciona, nos queda la muerte como última opción. La validamos como ciudadanos cada vez que un asaltante es muerto por Carabineros o por alguien que actuó en defensa propia. No es que seamos malas personas y le deseemos la muerte a todo aquel que nos moleste, sino que al ver que las autoridades no logran dar solución a la delincuencia, validamos la muerte como última opción.
Y es lo que está pasando en este caso: el gobierno ve la caza -muerte- de los perros asilvestrados como la última y única salida a un problema real y que no debemos desatender. Pero ahí está el error: la muerte no es la última opción ni tampoco es una solución.
CONSECUENCIAS DE LA CAZA COMO SUPUESTA “SOLUCIÓN”
Suena efectivo: tomo la escopeta, apunto y disparo. Problema resuelto. ¿pero de dónde vienen los perros asilvestrados? ¿será una solución real?
La teoría de la generación espontanea fue desechada hace algunos siglos. Por lo tanto, la lógica es que los perros asilvestrados fueron abandonados, o bien son hijos de perros abandonados. Así entonces tenemos un nuevo actor a quien nadie responsabiliza: el abandonador. Es el, quien sigilosamente llega en su vehículo y deja abandonado algún cachorro, una perra preñada, un perro que creció mas de la cuenta, el que molestaba mucho, ladraba, o que “me cambie de casa y no lo puedo llevar”, etc etc.
Entonces tenemos el siguiente dilema: me molesta un perro, lo llevo al campo, lo abandono, luego llega un cazador y le da muerte al perro. Luego llevo mas perros, los abandono y llegan mas cazadores a darles muerte. Y el circulo vicioso está creado.
¿pero los podrán matar a todos? Conocida es la inteligencia del perro, de modo que rápidamente aprenderán a identificar el sonido de escopetas y cazadores. Se esconderán mejor, huirán mas lejos y solo tal vez, dejaran de atacar el ganado. ¿que comerán? más fauna silvestre, perfeccionarán su cacería para atrapar mas vicuñas en el norte y más pudúes en el sur, buscarán mas huevos de aves en la costa y cazaran mas chinchillas en la montaña. ¿se salvará el ganado? No, pues los perros que serán abandonados buscarán la comida más fácil, esta es el gallinas, corderos, novillos.
Por otro lado se creará un incentivo perverso para ir a abandonar perros a zonas lo mas alejados posibles, aumentando la población canina en esas zonas, y agrandando el problema a límites impensados. Se buscará que otro haga el trabajo sucio.
Por otro lado, una vez muerto el perro ¿como se demostrará que era un perro asilvestrado? No hay como saberlo, de modo que está abierta la puerta para comenzar a matar perros de forma indiscriminada y legal. Unos abandonan y otros hacen el trabajo sucio.
QUE SOLUCIÓN PROPONEMOS
La solución debe ser compuesta de varias partes e implementadas en forma paralela:
1° Implementar con fuerza e información el Plan Nacional de Tenencia Responsable. Si bien esto se está haciendo, aun existen grandes falencias en información, en cobertura, en claridad de lo que se hace, en falta de creatividad e innovación.
Ya tuvimos la mala experiencia de Valparaiso, dónde hubo cientos de millones de pesos para un plan de control canino financiado por fondos internacionales al ser declarado Valparaiso como Patrimonio de la Humanidad, y no se logró nada sustentable en el tiempo.
2° No permitir que haya gente con cuoteos políticos en el Plan Nacional de Tenencia Responsable. Coloquemos gente con experiencia en las calles, con conocimiento de la realidad en terreno, con capacidad de innovar, crear, plantear soluciones nuevas. ¿cual es la lógica de hacer 10 veces lo mismo, esperando obtener un resultado distinto? El problema de los perros no se soluciona solo con más recursos, estos deben ser bien empleados.
3° Sanciones reales, efectivas, creativas a quien abandone. Que se les prohiba tener animales. Que se permita a las organizaciones animalistas fiscalizar esto, pues son ellas quienes conocen mejor que cualquiera las zonas en que trabajan, y que se les capacite para ello y se valore su experiencia.
Si usted toma a un animalista de esos que muchos tachan de locos, y le preguntan por la procedencia de los perros de su barrio, les aseguro que ellos podrán identificar fácilmente a los dueños que se aburrieron del perro, lo arrojaron a la calle y compraron otro. Y nadie les prohíbe hacerlo.
4° Implementación del micro chip de forma obligatoria y a bajo costo. Hoy unas pocos empresas tienen un monopolio y cobran valores que no son accesibles para todos. El micro chip debe ser obligatorio y quien no lo tenga se asume que quiere abandonar. Que para abrir una clínica veterinaria sea obligatorio ofrecer el microchip como parte de sus servicios y a bajo costo ($1.000 osea una luca), que no pueda salir un perro sin microchip de su clínica.
5°Base de datos única y de acceso libre, para que cuando encontremos animales con microchip podamos informar a sus dueños. La base de datos debe ser para todos, así podremos identificar rápidamente al dueño del perro.
6° Entrega a las organizaciones animalistas de lectores de micro chip. O mejor aun, que se implemente los chip que pueden ser leídos con cualquier smart phone, que es lejos lo mejor que le escuche al Plan Nacional de Tenencia Responsable, y que aun no se dice nada de eso.
7° Prohibición absulta de la reproducción canina. ABSOLUTA!! En un país sobrepoblado de perros por todos lados, de Arica a Punta Arenas, de mar a cordillera, es ridículo que aun se permita su reproducción. “Es que son de raza”, “es que son finos” ¡¡¡TODOS LOS PERROS FINOS DESPUÉS DE DOS MESES DE ABANDONO PARECEN UN QUILTRO MAS!!
Cada vez que una raza se pone de moda, en dos años se llena de mestizos de ellos en las calles, y en 3 o 4 años hay perros de raza fina en las calles. Si no lo creen, vean las docenas de “Caniche Frances” o “Poodle” que llenos de rastas buscan que comer en las calles y zonas rurales.
8° Obligatoridad de las Escuelas de Medicina Veterinaria de que sus alumnos salgan especializados en distintas áreas: Adopciones, Esterilización y Educación. No puede ser que muchos veterinarios no sepan educar, hacer una buena presentación, exponer; que no sepan organizar jornadas de adopción, entrevistar, crear protocolos para ello; ¡¡¡que no sepan esterilizar!!!!
Por favor, que las universidades dejen de titular cesantes, que capaciten a sus veterinarios en las cosas que nuestro país necesitan y en dónde tendrán trabajo de sobra. Un veterinario que sabe esterilizar por el flanco de forma eficiente y organizar un operativo de esterilización de bajo costo, ¡¡¡tiene pega asegurada!!!
9° Aprovechemos los recursos que ya tenemos. No desperdiciemos esa gran cantidad de gente maravillosa que hoy hace la pega por el gobierno. Hablo de los animalistas. Si, esa gente media loca, con la cual muchas veces discuto para que sigan nuestras reglas en las Adopciones Non Stop de EDRA, o para que sean mas racionales y menos emocionales.
Esa gente loca que sale con carteles a protestar, y que al guardar sus cartulinas vuelve a su barrio a alimentar, esterilizar y buscar un hogar a ese perro o gato que otro abandonó.
Se que parecen locos, pero por experiencia lo digo: tienen ganas de aprender, crecer y mejorar, pero la realidad que enfrentan día a día es tan injusta y algunas autoridades son tan despectivos con ellos (y con nosotros) que cualquiera pierde la cordura a ratos.
Esa gente debe ser integrada a la solución, deben tener un trato preferencial y no hacer las interminables colas para esterilizar, ni mendigar un cupo, ni suplicar para que tomen su denuncia por abandono. Si esa gente es considerada, capacitada e integrada, tendremos un capital humano maravilloso dispuestos a trabajar de sol a sol por una causa que parece perdida.
Alexis Castillo Rojas.
Presidente de Fundación EDRA
Personalidad Jurídica N°163021
P.D. ¿y que hacemos con las jaurías hoy? Diversos profesionales señalan que la expectativa de vida de un perro abandonado no sobrepasa los dos años. Si hacemos las cosas bien y controlamos la reproducción y el abandono, en dos años o menos el problema estará controlado.