Llevamos 10 años trabajando sin parar por los todos los animales, en la medida de lo posible, y eso incluye por cierto nuestra fauna silvestre. Así es como una y otra vez hemos visto las grandes deficiencias de el SAG, institución del Estado que entre otras muchas funciones, debe conservar la flora y fauna silvestre.
Pero como hemos visto en estos 10 años, la falta de equipamiento, proactividad, dedicación y profesionalismo es abrumadora, tanto así que estamos pensando en crear una sección en esta web dedicada solo al SAG y su mediocre actuar en materia de fauna silvestre.
Nos contactó hace unos días Mayling Acuña, una ex- voluntaria de Fundación EDRA y amiga nuestra, que se fue a vivir a Cartagena y allá creo la “Fundación Patitas Playeras y Cultural de Cartagena” (patitasplayeras2017@gmail.com), con la cual hacen una gran y sacrificada labor de activismo en terreno. Fue así como vio que en la calle, esquivando autos y arrancando de perros, andaba una gaviota que no podía volar. La atrapó como pudo y la llevo a su casa, y procedió a buscar ayuda en la autoridad correspondiente para su retiro: el SAG.
Luego de insistir una y otra vez, logró que luego de tres días llegaran a su casa a buscar la gaviota un funcionario del SAG (Hector Marin) que no estaba para nada preparado: claramente sin manejo de ese tipo de aves (la gaviota lo picó), sin un vehículo acondicionado para transportar animales, sin caja de transporte y en definitiva, sin nada necesario. La sorpresa de Mayling y su familia fue mayúscula cuando vio que sacaron de su auto una caja de cartón para llevarse el ave, y metieron la caja en el maletero del auto!!!
En palabras de Mayling Acuña: “… a mi me dio pena, hubiera preferido no entregarla por las condiciones en las que se la llevaron. Yo imaginaba que ellos estaban mejor preparados en cuanto a transporte y todo. Hasta un vecino me dijo que la gaviota iba a llegar muerta”.
En pleno verano, a la hora de más calor (15:30 hrs) cuando en todos los noticieros han hablado de las fuertes temperaturas alcanzadas en toda la zona central del país, de los animales muertos y/o sofocados encerrados en autos, meten un ave chilena protegida por nuestra ley en un maletero y dentro de una caja de cartón.
El SAG está haciendo su labor muy mal, como les mostraremos en diversos artículos que subiremos al respecto.